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  • Alejandro Santos

Tomar las mejores decisiones no es fácil.

En muchas ocasiones la prisa, la incertidumbre o el temor nos hacen creer que por acelerar nuestras respuestas o acciones tendremos resultados más acordes con lo que necesitamos o creemos.


En nuestra organización es importante no obedecer a sensaciones momentáneas ni a emociones para la toma de decisiones; el aprender a analizar la situación, identificar las causas que nos llevan a la necesidad de modificar algo, informarnos a profundidad sobre el tema y lo que les dio sentido, así como buscar la mejor asesoría para asegurar que nuestras decisiones tendrán menor riesgo en su implementación, son elementos que nos brindarán mayor seguridad de tener los resultados esperados.



No apresurarnos, ni obedecer a elementos o situaciones que pueden ser pasajeros, dejarse llevar por las decisiones u opiniones rápidas de otros, que pueden o no ser adecuadas para los ellos, pero no necesariamente tendrán el efecto ideal en nuestra organización... nada que valga la pena se ha dado a nivel organizacional por generación espontánea.


Da el tiempo necesario a cada tema, aprender a observar, y sin caer en la pasividad definir el mejor tiempo y momento para cada situación que se presenta y requiere de una decisión, sólo conociendo nuestro entorno y realidad, analizándolo a fondo, buscando la mejor asesoría... tendremos esos resultados que esperamos y necesitamos.



Confía en ti, tú sabrás escucharte y hacer las cosas necesarias en el momento adecuado, y ten paciencia... los frutos llegarán, por qué has hecho lo necesario para que así sea.

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